Una amplia gama de productos de inversión dejará de estar exonerados en Brasil según un proyecto de ley que avanza en el Congreso y que este lunes 9 de junio logró el visto bueno de la Asociación Brasileña de Entidades Financieras y del Mercado de Capitales (Anbima).
Anbima publicó un comunicado en el que defiende el nuevo sistema impositivo por el cual, todos los activos actualmente exentos estarán sujetos a una tasa del 5% del impuesto sobre la renta. La nueva tasa se aplicará a las nuevas emisiones a partir de 2026.
Dos instrumentos de renta fija, las LCI (Letras de Crédito Inmobiliario) y las LCA (Letras de Crédito Agropecuario), además de los Fondos de Inversión Inmobiliaria (FII), los Fondos de Inversión en la Cadena Productiva Agroindustrial (FIAGROS), los Certificados de Crédito Inmobiliario (CRI), los Certificados de Crédito Agrícola (CRA) y los bonos de incentivo a la infraestructura, entre otros, estarán sujetos al nuevo impuesto.
Las medidas se anunciaron como una forma de compensar el proyecto que buscaba aumentar el Impuesto sobre las Transacciones Financieras.
“Entre los cambios ya anunciados, la tributación de los LCI y los LCA se ajusta a la defensa histórica de la Asociación, a favor de la reducción de las asimetrías entre los diferentes productos de inversión”, señala el comunicado de prensa publicado de Anbima.
“La información publicada hasta el momento muestra la adopción de medidas de recaudación a corto plazo. Estas no abordan el problema en sí, que es estructural y requiere acciones coordinadas a corto, mediano y largo plazo”, añade la nota.
Anbima también señala la importancia de abrir el debate sobre el equilibrio fiscal y aboga por que el país busque una mayor eficiencia en la recaudación tributaria y una gestión más eficaz de los recursos públicos para contener el crecimiento del gasto primario.
Pero la asimetría va a continuar porque, incluso con la recaudación del 5% del impuesto sobre la renta sobre los activos exentos. Según la información publicada hasta la fecha, todos los fondos líquidos deberían estar sujetos a una tasa estándar del 17,5% del impuesto sobre la renta. Otros activos del mercado financiero están sujetos a una tasa del 15%.
Actualmente, las carteras de renta fija tienen una tasa regresiva que comienza en el 22,5% y llega hasta el 15% según el plazo de cada una. Los fondos de renta variable están sujetos a una tasa del 15% del impuesto sobre la renta al momento del reembolso. En todos los casos, la asimetría en la recaudación debería persistir, aunque en menor medida.
Los expertos aún están evaluando el impacto en los activos y productos del sector de inversión, pero en todos los casos, se reescribirán los cálculos para recalcular los diferenciales entre las diferentes opciones disponibles.
El paquete de medidas del Ministerio de Hacienda aún se encuentra en proceso de debate y tramitación en el Congreso Nacional.